En muchas ocasiones, nuestra vida es compleja y dificil. Estamos sobre ocupados y se espera mucho de nosotros, Vivimos en un mundo en continuo cambio y movimiento que nos condiciona con muchas responsabilidades y obligaciones.
Una de las consecuencias de vivir con tantas exigencias y obligaciones es que nos perdemos en el hacer y nos olvidamos de simplemente ser.
Meditar, practicar meditación, prepara o entrena a nuestra mente para reacostumbrarnos a lo sencillo, a lo natural. Nos ayuda, por ejemplo, a poder estar y permanecer sentados con uno mismo. Quizás diriges un poco tu atención a la respiración como apoyo para estar presente, pero en realidad nos estamos acostumbrando sencillamente a permanecer en el ahora, sin más expectativas o planes. Esa es la esencia de la simplicidad.
Nos hemos acostumbrados a siempre hacer, a ser complejos, a buscar momentos excitantes, a vivir dispersos y distraídos….
La sencillez es empezar a no ser tan dependiente de lo complejo, para simplemente poder estar aquí y ahora contigo, disfrutando de este instante, meditando , paseando, trabajando, haciendo lo que tengas que hacer pero sin saltar o proyectarte a otros escenarios.
Cuando nos conectanos con la simplicidad del momento presente, nos descubrimos a nosotros mismos. En ese dejar de hacer, en esa apertura, encontramos un contento y paz natural en nuestra mente y en nuestro corazón.
La meditación nos permite acostumbrar a nuestra mente a simplemente ser.
Artículo creado por Juan Brouilhet
