El tema principal de esta MEDITACIÓN GUIADA será usar la respiración como un medio hábil y sencillo para poder estar presentes. En la primera parte de la práctica dirigiremos más nuestra atención al fluir del respirar y en la segunda parte nos centraremos en la exhalación.
Comenzaremos con la postura de MEDITACIÓN. Coloca tu espalda recta, pero respetando su curvatura natural, encontrando una posición natural y cómoda. Puedes meditar en una silla, utilizando un cojín o en cualquier otro asiento, lo más importante es que tu postura sea natural, erguida y relajada.
Comienza llevando la atención al CUERPO. Simplemente permite que tu MENTE sea consciente de cualquier sensación corporal que surja en él. En este conectar de la mente con el cuerpo, permanece tranquilo y presente.
Ahora vamos a llevar nuestra atención en nuestra MEDITACIÓN al fluir natural del respirar, dejando tu MENTE tranquila y en paz.
Lleva tu atención a tu respiración. Tan solo se consciente cuando inhalas, cuando exhalas. Es un mero saber que estás respirando. Ser consciente de tu respiración te conecta con el momento presente.
La atención es suave, sin fijación, sin alterar el ritmo natural de tu respiración. Se dice que es como una mariposa posándose sobre una flor. Permite que tu mente se acostumbre a esta suavidad, es un simple fluir con el respirar, es un mero permanecer en el ahora.
El punto crucial en esta MEDITACIÓN GUIADA es confiar que algo tan sencillo como saber que estás respirando, te conecta contigo mismo en el momento presente. Esta confianza es la clave de toda la práctica.
Simplemente sigue el fluir natural de tu respiración dejando tu mente tranquila y en paz. Inhalas, exhalas, es un simple saber que estamos respirando. La MEDITACIÓN es acostumbrar nuestra mente a esta sencillez.
De vez en cuando surgirán pensamientos, emociones, recuerdos del día…No los bloquees, tampoco te enredes con ellos, tan solo son el movimiento natural de tu mente. Igual que surgen, déjalos marchar, son como las olas del mar, surgen del mar y se disuelven en el mar. Con suavidad y calidez vuelve una y otra vez tu atención a la respiración.
Si de vez en cuando te descubres distraído, no te frustres ni busques el motivo de la distracción. Eso es otra forma de distraerte. Aprecia que de nuevo estás PRESENTE pues este es el objetivo de la PRÁCTICA DE MEDITACIÓN, aprender a simplemente estar presentes. Así que vuelve de nuevo tu atención y conciencia a la respiración.
La respiración y nuestro estado mental están muy unidos. Si estamos alterados, nuestra respiración está alterada, si estamos tranquilos, nuestra respiración es más relajada.
A medida que tu MENTE se va calmando, un espacio natural puede ir surgiendo. Permanece en él, RELAJADAMENTE, dándote permiso para dejar de sostener tanto, de controlar, para simplemente ser. Deja que todo se caiga y descansa en CONCIENCIA pura del momento presente, en el mero y simple respirar.
Continúa siguiendo el fluir natural de tu respiración dejando tu MENTE tranquila y en PAZ.
Recuerda, el punto crucial es confiar que algo tan sencillo como saber que estás respirando, te conecta contigo mismo en el momento presente. Esta confianza es la clave de toda la PRÁCTICA DE MEDITACIÓN.
No hay buenas o malas MEDITACIONES. MEDITAR no es hacer MEDITACIÓN sino más bien acostumbrarnos a la práctica, lo cual significa que aprendemos a relacionarnos con todo lo que surja en nuestra MENTE, aprendemos a reconocer los pensamientos y emociones como lo que simplemente son, pensamientos y emociones, mientras que la respiración nos sostiene en el momento presente.
Simplemente se consciente cuando inhalas, cuando exhalas. Es un mero saber que estás respirando. Meditar es acostumbrarnos a esta sencillez, aprendemos a soltar las historias, la estrechez para meramente descansar en el momento presente.
Deja que la MENTE descanse de tanto ajetreo y alteración. Date permiso para soltar el control, las prisas, los objetivos y relájate espaciosamente, sin nada que hacer, nada que lograr ni nada que conseguir. Simplemente SER. Simplemente hacernos uno con la respiración.
Si surgen pensamientos, emociones, recuerdos del día…No los bloquees, tampoco te enredes con ellos, simplemente son el movimiento natural de tu mente. Con suavidad y calidez vuelve una y otra vez tu atención a la respiración.
Ahora simplemente, suelta la atención en la respiración que has mantenido durante esta PRÁCTICA GUIADA DE MEDITACIÓN y permanece unos instantes, presente, tranquilo y en paz.
Ahora vamos a dirigir más nuestra atención en el exhalar. Inhalas, pero especialmente se consciente cada vez que exhalas. Es un mero saber que estás exhalando. El ser consciente de tu exhalación te conecta con el momento presente.
Se trata de una atención suave, sin fijación, sin alterar el ritmo natural de la respiración. Se dice que es como una mariposa posándose sobre una flor. Permite que tu mente se acostumbre a esta suavidad, es un simple fluir con el exhalar, es un mero permanecer en el momento presente.
El punto crucial es confiar en que ser consciente de la exhalación te conecta contigo mismo en este instante. Deja que tu MENTE se acostumbre a esta confianza sencilla pero profunda en el exhalar.
Sigue el fluir natural de tu exhalación dejando tu mente tranquila y en paz. Es un simple saber que estás exhalando. Meditar es acostumbrar a nuestra mente a esta sencillez.
Cuando surjan pensamientos, emociones, recuerdos del día…No los bloquees, tampoco te enredes con ellos, solo son el movimiento natural de tu mente. Igual que surgen, déjalos marchar, son como las olas del mar, surgen del mar y se disuelven en el mar. Con suavidad y calidez vuelve una y otra vez tu atención a la exhalación.
Si de vez en cuando te descubres distraído, no te frustres o busques el motivo de la distracción ya que es otra forma de distracción. Simplemente, aprecia que de nuevo estás presente pues este es el objetivo de la práctica, aprender a permanecer en el ahora. Así que regresa de nuevo tu atención y conciencia a la exhalación.
Esta suave atención en la exhalación conlleva también un sentido de soltar. Permítete soltar las historias del día, las preocupaciones, el control, la lucha sin fin. Pero es un soltar sin esfuerzo, cada vez que exhalas todo aquello que altera y aflige tu mente se va disolviendo de forma natural.
Suavemente, este ser consciente del exhalar nos une cálidamente, más y más al exhalar. Es como si nos hiciésemos uno con cada exhalación. Es un mero acostumbrarnos a la MEDITACIÓN NATURAL.
A medida que tu MENTE se va calmando, un espacio natural puede ir surgiendo. Permanece en él, relajadamente, dándote permiso para dejar de sostener, de contralar, para simplemente ser. Deja que todo se caiga y descansa en conciencia pura del momento presente, en el mero y simple exhalar.
Continúa siguiendo el fluir natural de tu exhalación dejando tu MENTE tranquila y en paz. Recuerda, el punto crucial es confiar que algo tan sencillo como saber que estás exhalando, te conecta contigo mismo en el momento presente. Esta confianza es la clave de toda la práctica.
No hay buenas o malas MEDITACIONES. MEDITAR no es hacer MEDITACIÓN sino más bien acostumbrarnos a la práctica, lo cual significa que aprendemos a relacionarnos con todo lo que surja en nuestra MENTE, aprendemos a reconocer los pensamientos y emociones como lo que simplemente son, pensamientos y emociones, mientras que la exhalación nos sostiene en el momento presente.
Es un mero saber que estás exhalando. MEDITAR es acostumbrarnos a esta sencillez, aprendemos a soltar las historias, la estrechez para meramente descansar en el momento presente.
Recuerda, si te descubres distraído, no te frustres o busques el motivo de la distracción. Aprecia que de nuevo estás presente pues este es el objetivo de esta PRÁCTICA GUIADA DE MEDITACIÓN, aprender a simplemente ser. De esta forma, vuelve de nuevo tu atención y conciencia suavemente a la exhalación.
Deja que la mente descanse de tanto ajetreo y alteración. Date permiso para soltar el control, las prisas, los objetivos y relájate espaciosamente, sin nada que hacer, nada que lograr ni nada que conseguir. Simplemente ser. Simplemente hacernos uno con la exhalación.
Ahora simplemente, suelta la atención en el exhalar y permanece unos instantes, presente, tranquilo y en paz.
Por favor, recuerda INTEGRAR LA MEDITACIÓN en tu vida diaria.