Comenzar el día meditando

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Descripción de la pista:

Esta PRÁCTICA DE MEDITACIÓN la puedes utilizar para COMENZAR EL DÍA MEDITANDO, pero también puedes hacer uso de ella en cualquier otro momento del día. Sin embargo, comenzar el día meditando nos ayuda de forma especial a afrontar los desafíos del día. Podremos manejar mejor el ESTRÉS, estar más PRESENTE, más estables, cuidar de nuestra SALUD y en general poder estar más presentes, mejor con nosotros mismos. Así que esta PRÁCTICA DE MEDITACIÓN puede ser un soporte para comenzar tu día de hoy.

Lleva tu atención ligeramente a tu respiración. Es algo muy sencillo, simplemente se consciente, cuando inhalas, cuando exhalas. Es como acostumbrar a nuestra mente a esta simplicidad, al mero saber que estoy respirando. Se trata de una atención suave, sin fijación.

Meditar es acostumbrarnos a esta simplicidad, simplemente ser consciente de nuestra respiración, si surgen pensamientos, emociones, reconocerlos como tal y una y otra vez volver con suavidad al momento presente.

Si de vez en cuando te descubres distraído, envuelto en historias del día, en proyectos que tienes que hacer, no te preocupes, en el momento que te has dado cuenta, de hecho, vuelves a estar presente. Así que aquí la clave es no enjuiciarse, el cambio de hábito es tratarse con calidez y apreciar que hemos regresado al momento presente. Retorna de nuevo a tu respiración con suavidad, con calidez, con apertura y simplemente permanece tranquilo y relajado.

Según mantenemos nuestra atención suave en el respirar, puede ir surgiendo un espacio natural, un espacio en el que nos podemos relajar, en el que simplemente podemos ser, estar con nosotros, sin tanto hacer, sin tanta lucha, sin tantas metas. Regálate este instante, es tu momento, el momento del día en el que te reúnes contigo mismo, siendo sostenido de manera sencilla y natural por tu respiración.

Suelta las historias, las preocupaciones, los planes, es un soltar natural, desinhibido, casi como decir qué más da y desde ahí permanece suavemente en el respirar.

Si de vez en cuando te descubres distraído, recuerda en ese momento vuelves a estar presente, así que aprécialo, está en la clave, el momento más importante de la práctica. Estar presentes, no te juzgues, no busques el motivo de la distracción y de forma muy cálida regresa de nuevo a tu respiración.

Poco a poco, tu mente se irá acostumbrando a simplemente a descansar en el respirar, a meramente estar relajado, despierto, abierto, sin metas ni objetivos. Es un simplemente ser, es un meramente permanecer presentes en el ahora.

Pueden surgir pensamientos, pueden surgir emociones, meramente empezamos a reconocerlos como lo que simplemente son, pensamientos y emociones.

Ahí, poco a poco, puede ir surgiendo este espacio natural en el que nos podemos relajar, en el que nos damos permiso para estar con nosotros mismos. Es un volver a casa. Hay una sensación de echarnos de menos. Así que al estar ahora presentes meramente permanecemos relajados, sin nada que hacer, sin nada que conseguir y sin nada que lograr. Es un simplemente ser.

Ahora suelta la atención en la respiración y permanece unos instantes tranquilo, presente, conectado contigo mismo.

Cuando finalices esta meditación, intenta extender este sabor al día de hoy, intenta integrarlo, intenta ponerte a ti mismo como la primera prioridad del día.

Marcas de tiempo

0:05 – Introducción Y descripción

0:56 – La postura

1:25 – La respiración.

2:29 – Cuando surgen pensamientos y recuerdo del día.

3:36 – Si te descubres distraído.

5:30 – Un espacio natural y relajado.

10:30 – Extiende e integra la meditación en el día de hoy.

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