Hola soy Juan y hoy me gustaría hablarte sobre cómo podemos encontrar paz y calma en la meditación.
Por supuesto, podemos llevar nuestra atención a la respiración u otros soportes, ayudando a que nuestra mente esté menos distraída y, así, gradualmente, se vaya calmando.
Sin embargo, hoy me gustaría enfocarlo desde otra perspectiva. La mayoría de nosotros tenemos el hábito o la tendencia a controlar, a conseguir un resultado en todo lo que hacemos, incluso al meditar.
Muchas veces, en la meditación, intentamos, nos esforzamos o aspiramos a que nuestra mente se calme, provocando justamente lo contrario. Esta forma equivocada de practicar termina produciendo más tensión y rigidez en nuestro interior.
Deseamos y nos esforzamos para que la mente se calme, sin embargo, este esfuerzo tiendo a tensarla, impidiendo que descanse tranquila y la paz. En vez de darnos espacio para relajarnos, ese espacio se vuelve estrecho y rígido porque queremos forzar un estado de calma interior.
Se trata más de empezar a soltar los objetivos, relajarnos del tener que conseguir algo, y simplemente acostumbrarnos a dejar de hacer, dejar de fabricar, dejar de tanto intentar, dejar de luchar.
Si empezamos a soltar los objetivos, gradualmente, algo se afloja en nosotros y al aflojarse empezamos a experimentar un espacio de calma y de paz natural en nuestra mente.
En este espacio natural relajado, sencillo y libre de cualquier esfuerzo, distorsión y estrés, descubrimos una nueva forma de relacionarnos con nuestra mente y con la vida.
Que tengas un feliz día.