Hola soy Juan y hoy me gustaría hablarte sobre una tendencia que la mayoría de nosotros tenemos al tener una buena experiencia en nuestra meditación.
Por supuesto, no hay nada malo en tener ese tipo de experiencia, podemos disfrutar y nutrir nuestra inspiración con ella.
Sin embargo, debemos ser cuidadosos porque puede haber una sutil inclinación a esperar que las siguientes meditaciones tengan un resultado semejante. Si eso empieza a producirse entonces ya nos estamos aferrando, estamos intentando producir un tipo de meditación forzada cuyo objetivo será alcanzar un estado similar o mejor a la experiencia pasada.
Se recomienda soltar las experiencias, sean buenas, malas, para poder ser naturales en la meditación. A veces, la mente estará agitada, otras veces estará más tranquila, pero meditar trata de acostumbrarnos a relacionarnos, con sabiduría, con todo lo que surja en ella. No aspiramos a conseguir un objetivo o experiencia concreta, por muy excitante que sea. Si tenemos objetivos o metas, estas pueden terminar distorsionando nuestra práctica.
Así que, si tienes una buena experiencia, fantástico, disfrútala, pero luego despreocúpate de volver a tener otra similar. De esta manera nos liberaremos de la necesidad de alcanzar resultado concreto y nuestra práctica será mucho más natural y genuina.
Que tengas un feliz día.